Es en Weatheria que se da cuenta, y es raro. De un momento a otro, como un rayo que rompe los cielos, deja de pensar en ellos como un grupo, para terminar pensando sólo en él. Y debería sentirse mal, porque todos son sus nakamas, unos no más que otros. Debería estar pensando constantemente en sombreros de paja, katanas afiladas, cejas rizadas. O
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